Las fuerzas policiales utilizaron gases lacrimógenos, cañones de agua y porras contra los manifestantes en diversas ciudades del país.
El movimiento de los “chalecos amarillos”, que empezó oponiéndose a la subida de los impuestos a los combustibles, refleja ahora un descontento social más amplio y exige la dimisión del presidente galo, Emmanuel Macron.
Según las cifras oficiales, unas 125 000 personas se manifestaron en Francia ayer sábado. La policía detuvo a unas 1400 personas, y unas 130 resultaron heridas.
(hispanTv)